Imposible olvidar a Jesús María Valle


Una de las cosas que aún me duele en la vida fue no haber estado más cerca del doctor Jesús María Valle antes de que lo mataran. Cerca no para blindarlo o protegerlo, aunque eso hubiéramos querido tantas personas, sobre todo aquellas que lo conocieron mil veces mejor que yo.

Cerca para expresarle solidaridad, un apoyo mínimo que no iba a salvarlo de las balas que ya le tenían preparadas, sino para que supiera que al menos uno más lo acompañaba de corazón, así fuera de lejos y en una forma cobarde si se compara con su ejemplo de vida.

Valle andaba solo las últimas semanas antes de ser asesinado. Rechazó el ofrecimiento de tener asignado un escolta, según me dijeron luego sus compañeras del Comité de Derechos Humanos de Antioquia “Héctor Abad Gómez”, simplemente porque consideraba injusto que fueran a ser dos los muertos.

No me imagino cómo fueron esos días finales sabiendo que andaba con la lápida encima, como dicen en esta tierra nuestra de manera trágica y con un lúgubre sarcasmo.

Por eso hubiera sido importante una, dos, muchas voces de solidaridad, de acompañamiento aunque distante, para decirle que yo también estaba con él en esa tarea que se auto impuso y que todavía hoy uno no sabe si fue heroica, mesiánica o imposible. Esa tarea de denunciar, decir la verdad sobre lo que estaba ocurriendo en su pueblo, que queda lejos en las montañas del norte de Antioquia.

De Jesús María Valle recuerdo muchas cosas porque fueron muchas las veces que lo consulté para que me ayudara con datos u opiniones para informes periodísticos sobre la problemática de derechos humanos en el departamento. Sin embargo, hay una en especial que lo retrata de cuerpo y alma.

Estábamos un sábado, a las 4:30 de la tarde, en el aeropuerto del municipio de Caucasia, mejor dicho, en la casita donde se esperaba el avión, un bimotor Twin Otter de Aces con capacidad para unos 20 pasajeros. Era como 1993 o 1994.

Habíamos coincidido desde dos días antes en un foro de derechos humanos en esa localidad, al que yo fui a cubrir y él a escuchar, en el que varias personas hicieron una cantidad de denuncias sobre cómo los paramilitares y la fuerza pública estaban desapareciendo gente o baleándola y tirándola al borde de la carretera que va a la Costa.

Al llegar al mostrador de la aerolínea me dijeron que no tenía cupo y por tanto no había forma de que tomara ese vuelo a Medellín (y eso que me había asegurado de confirmar el regreso desde el mismo momento en que llegué y me juraron que no habría problema). Valle estaba a mi lado y junto a mí alegaba y alegaba con el empleado para que me dieran un puesto.

Una señora que estaba junto a nosotros dijo que eso pasaba con frecuencia, que no respetaban las reservas cuando algún finquero, ganadero o mandamás de la zona necesitaba viajar y sin preguntar bajaban a cualquiera para que el ‘ilustre’ pudiera ir.

Cuando la cosa no tuvo reversa le dije a Valle que se fuera él tranquilo que yo me regresaba en bus por la noche o esperaba el avión del otro día. Me respondió que si yo no iba, él tampoco se montaba en ese avión.

No valió insistirle que era bobada que se quedara, que se fuera él que tenía que salir a las cuatro de la mañana en su carro para Puerto Berrío –según me había dicho– a ver la situación de un detenido político.

Que no, que no me podía quedar solo, me insistía, porque era muy peligroso… No hubo manera de que se fuera. Insistió tanto que yo, que estaba tranquilo, terminé con miedo no sólo de quedarme sino hasta de viajar por carretera.

Al final, a último momento y ya cuando el piloto dijo que no podía esperar más al pasajero ilustre que faltaba, me dejaron subir al avión y regresé a Medellín con Valle sentado en la silla del lado.

Siempre que hablo de él o lo recuerdo lo veo en esas grandes luchas que lo llevaron a ser otro mártir de los derechos humanos en Colombia o en batallas chicas como ésta, en un aeropuerto minúsculo de Antioquia, peleando siempre por los derechos de la gente.

Aquí van unos enlaces recomendados

Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Detalles sobre el proceso judicial por la muerte de Jesús María Valle
www.cidh.oas.org/annualrep/2003sp/Colombia.519.01.htm

Informe de Amnistía Internacional sobre el proceso penal por la muerte del defensor de derechos humanos
http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR230731998?open&of=ESL-COL

Informe de la Relatora Especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias, a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en enero de 1999. Listado de hechos ocurridos en Colombia entre 1997 y 1998
www.hchr.org.co/documentoseinformes/documentos/html/informes/onu/reeex/E-CN-4-1999-39-ADD-1.html

“Un vistazo a los años en los que el paramilitarismo inundó de sangre a Antioquia”. Artículo de la revista Semana
www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=100745

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Comentarios

Anónimo dijo…
Solo por esta vez esperemos que se haga justicia, http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso-sombra-de-jesus-m-valle?page=0,1
En Memoria de Jesus Maria.

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