Este juego está ni mandado a hacer para quienes detestan al presidente de Venezuela, que son bastantes en Colombia, en particular tras la grave crisis diplomática y las tensiones fronterizas de 2008 luego de la muerte del guerrillero Raúl Reyes.
La idea del juego es hacerlo callar lanzándole tomates, barriles de petróleo, poniéndole cintas en la boca o dándole palmadas en la cara.
Es muy fácil de jugar: entrar al juego
A propósito, ¿de quién sería la idea de este juego? Algo tan bien hecho no parece cosa de simples aficionados o de opositores desprogramados que se sentaron a hacerlo un sábado en la tarde: si no miren el diseño, los colores, la música, la fácil operación y hasta el dominio propio en la red… ¿Quién habrá pagado por hacerlo?
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